ENGAÑAR Y MENTIR
- Jorge Ocaña
- 21 jul 2018
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Los términos engañar y mentir son empleados indiferenciadamente como sinónimos por su apariencia de semejanza, y porque la finalidad de ambas acciones busca alcanzar el mismo resultado; la intención de hacer creer en una realidad paralela, viciada de antemano y falsa.
La palabra mentir viene del latín; mentīri. Según la RAE, mentir es definido como; Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa, pretendiendo con ello inducir deliberadamente a un error. Mentir supone por tanto realizar una afirmación o negación contraria a la verdad o la realidad siendo plenamente consciente de ello.
La palabra engañar también proviene del latín; ingannāre, que significa burlar. Engañar es hacer creer a alguien que algo falso es verdadero, o que algo verdadero es falso, según la RAE. Engañar implica el uso de un argumento falaz que, aún estando viciado de origen, no incurra en una contradicción con la realidad de los hechos.
De este modo, mientras que mentir conlleva directamente faltar a la verdad a sabiendas de ello, engañar no necesariamente requiere del uso de una falsedad, valiéndose de la propia veracidad para inducir al error de que algo verdadero es falso o de que algo falso es verdadero. El modelo más claro de engaño son los sofismas empleados, por ejemplo, en forma de silogismos. Partiendo de dos premisas veraces se consigue hacer que se alcance una conclusión que es falsa.
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